En general se ha facturado menos que en 2022. Los comerciantes andaluces confían que las ventas en la campaña de rebajas supongan un buen comienzo para 2024.
Desde la Confederación Comercio Andalucía se confiaba en que 2023 sería el año en que definitivamente se recuperarían las ventas en el sector tras la época pandémica, sin embargo factores externos como los conflictos bélicos que han provocado una situación inflacionista con el encarecimiento de los productos y subidas de los tipos de interés haciendo que las familias pierdan capacidad de consumo y factores internos como los efectos que empiezan a notarse del cambio climático han provocado que en general las ventas hayan disminuido en el comercio de cercanía en 2023 respecto a 2022.
Otro factor que sin duda ha influido en la disminución de las ventas para el comercio de cercanía, ha sido provocada también por el incremento de las ventas en formato online.
En este sentido, desde el sector se indica que la falta de regulación de la actividad de los grandes operadores de venta online y una fiscalidad más favorable al operar muchos de ellos desde otros países, genera una competencia desleal para el comercio con establecimientos físicos.
Comercio Andalucía solicita a las Administraciones con competencias relacionadas con el comercio que busquen dar equilibrio entre formatos comerciales y apuesten de verdad por el comercio de cercanía como un sector vital para la economía y el empleo.
Un sector que supone el 22% del empleo y el 11.5% del del PIB de Andalucía.
En cuanto al periodo de rebajas de invierno, los comerciantes andaluces confían en que supongan sus ventas un buen inicio para el 2024 aunque insisten en que solo estableciendo unos periodos acotados se volverá a recuperar el efecto positivo de esta modalidad de venta especial en los comercios en su conjunto y no solo, como ahora, para las grandes compañías de distribución comercial.
Sobre ello, Comercio Andalucía manifiesta que la liberalización de las rebajas ha tenido efectos negativos en el pequeño y mediano comercio de cercanía ya que, al no existir fechas fijas y preestablecidas para las mismas, los consumidores están perdiendo el interés y la motivación para acudir a los establecimientos ante un anuncio permanente en el tiempo de venta en rebajas.
Esta forma de actuar provoca el riesgo de que se produzca una banalización de las rebajas, con descuentos menos significativos y prácticas de marketing que confunden a los consumidores, que podría generar desconfianza y perjudicar la reputación de los comercios.
La consecuencia de esta situación, según Comercio Andalucía, es que el efecto positivo de las rebajas no va más allá de pocos días y lo positivo que tenía para el comercio de cercanía, como la venta del stock acumulado de temporada, está desapareciendo.